El cerebro y la (dis)función sexual

Nuevos estudios sugieren que la función sexual femenina sana se basa en la interacción del cuerpo y el cerebro. Varias vías cerebrales y neuroquímicas asociadas están implicadas en las recompensas vinculadas con la actividad sexual, así como en la excitación e inhibición de las respuestas sexuales.

La cultura y la edad contribuyen a las experiencias de disfunción y angustia sexual en mujeres

Muchos estudios han demostrado que, a medida que las mujeres envejecen, es más probable que tengan un bajo deseo sexual. Sin embargo, la proporción de mujeres que presentan tanto un bajo deseo sexual como angustia asociada (conocido como trastorno por deseo sexual hipoactivo o TDSH) no cambia con la edad, según la investigación. Entonces, ¿por qué este trastorno se presenta?