¿Tienes preguntas sobre el bajo deseo sexual y/o la baja excitación en mujeres? Tenemos respuestas

El deseo sexual también se conoce como libido o impulso sexual, que se refiere a la necesidad biológica de tener actividad sexual. A menudo se expresa como un comportamiento de búsqueda sexual.

La excitación es la sensación de estar sexualmente excitada. En las mujeres suele ir acompañada de hinchazón y lubricación genital.

Las personas tienen diferentes niveles de deseo sexual, y sus propios niveles pueden cambiar a lo largo de su vida. Sin embargo, es posible que tenga un bajo deseo sexual si:

• Tiene poco/ningún interés en la actividad sexual.
• Pocas veces o nunca ha tenido fantasías o pensamientos sexuales.
• Está preocupada por su falta de actividad o fantasías sexuales.

Es posible que tenga una baja excitación si no presenta respuestas físicas a la estimulación sexual.

El TDSH es un trastorno que se define por la falta continua de fantasías sexuales y deseo de actividad sexual, que causa una angustia clara o dificultades interpersonales.

El trastorno de la excitación sexual femenina o FSAD (por sus siglas en inglés) es la incapacidad para alcanzar o mantener suficiente excitación sexual, lo que causa angustia personal. Esto puede manifestarse como una falta de excitación subjetiva o baja lubricación/hinchazón genital en respuesta a la estimulación sexual.

El trastorno del interés/excitación sexual femenino (FSIAD) es una nueva categoría de disfunción sexual en mujeres que incluye tanto el TDSH como el FSAD. Se define como una falta o ausencia persistente de interés sexual o excitación que causa una cantidad significativa de angustia.

Actualmente, existen tres tratamientos farmacológicos disponibles para tratar a mujeres con bajo deseo sexual y angustia:

• Testosterona: en Italia, un producto de testosterona que se inyecta en el músculo (Testovis®) está en el mercado para el tratamiento de mujeres con dificultades sexuales. En otros países europeos, la terapia con testosterona a veces se usa de forma no autorizada para el tratamiento de trastornos sexuales en mujeres, ya sea con formulaciones de testosterona aprobadas para hombres, o en combinación con otros productos. En Estados Unidos, la testosterona es una opción de tratamiento para mujeres que experimentan un bajo deseo sexual después de la menopausia.

• Flibanserina (Addyi®): está aprobado para su uso en Estados Unidos y Canadá. Funciona ajustando los niveles de neurotransmisores en el cerebro (aumentando la dopamina y la norepinefrina mientras que disminuye la serotonina) para afectar al deseo sexual. Para un uso eficaz es necesario tomar el medicamento diariamente durante un periodo de al menos 4 semanas. Los posibles efectos secundarios pueden incluir la reducción de la presión arterial y los desmayos en algunas mujeres.

• Bremelanotida (Vyleesi™): está aprobado para su uso en mujeres que aún no han pasado por la menopausia en Estados Unidos y Canadá. Aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, lo que afecta el deseo sexual y la excitación. Se puede tomar según sea necesario, pero la administración se realiza mediante inyección, lo cual puede ser un obstáculo para algunas personas.

También hay algunos tratamientos combinados con resultados preliminares positivos que actualmente se están sometiendo a ensayos clínicos.

• Lybrido™ (testosterona + sildenafilo): está a punto de ser probado en ensayos clínicos confirmatorios en Europa. Este tratamiento oral se desarrolló considerando que el bajo deseo sexual y la excitación con angustia pueden tener diferentes causas en mujeres. Lybrido se dirige tanto al cerebro (es decir, la sensibilidad del cerebro a los estímulos sexuales) como al cuerpo (es decir, la respuesta de los genitales a los estímulos sexuales).
• Lorexys (bupropión y trazodona): actúa para ajustar los niveles de ciertos neurotransmisores cerebrales conocidos por afectar el deseo sexual y la excitación. Se ha estudiado en un pequeño ensayo clínico con resultados prometedores en sus etapas iniciales.