Nuevos tratamientos potenciales para la baja libido y las dificultades con la excitación sexual en las mujeres
La baja libido o el deseo (bajo/sin interés en el sexo) y la baja excitación sexual (baja/sin respuesta física a los estímulos sexuales, como el aumento de la lubricación) son las quejas sobre el sexo que han realizado las mujeres con mayor frecuencia. Estas experiencias pueden afectar al bienestar psicológico y provocar angustia personal grave, lo que puede afectar su calidad de vida. Desde finales de la década de 1990, se dispone de tratamientos efectivos para los síntomas físicos de disfunción sexual para los hombres, pero existen opciones de tratamiento limitadas para las mujeres. Este estudio describe ensayos clínicos realizados para probar dos nuevos productos para el tratamiento de la disfunción sexual en mujeres.
Estos productos se desarrollaron con base en la biología de la excitación sexual y la inhibición en mujeres.
El Dr. Adriaan Tuiten y su equipo en los Países Bajos desarrollaron estos tratamientos, teniendo en cuenta que existen múltiples vías biológicas de bajo deseo sexual o excitación en las mujeres. Según su investigación, los cerebros de algunas mujeres responden menos a las señales sexuales y algunos se inhiben en respuesta a la estimulación sexual.
Los tratamientos farmacológicos descritos en este estudio contienen testosterona para afectar a la motivación o el deseo sexual, junto con un segundo medicamento para abordar una de las otras causas mencionadas anteriormente.
¿Cuáles son los tratamientos que se están probando?
Se probaron dos tratamientos en el estudio:
Who is it for?
Women with low sensitivity to sexual stimuli
Women with high sexual inhibition
What is in it?
Testosterone (T) and sildenafil (S)
Testosterone (T) and buspirone (B)
¿Qué contiene?
Testosterona (T) y sildenafilo (S)
¿Para quién es?
Mujeres con baja sensibilidad a los estímulos sexuales
¿Cómo funciona?
¿Qué contiene?
Testosterona (T) y buspirona (B)
¿Para quién es?
Mujeres con inhibición sexual elevada
¿Cómo funciona?
Ambos tratamientos son comprimidos con testosterona en el exterior y el segundo medicamento (S o B) en el interior. En primer lugar, el torrente sanguíneo absorbe la testosterona, lo que conduce a un aumento de la motivación sexual (aumento del interés en la actividad sexual) de tres a seis horas después. Este hecho indica al cuerpo que aumente la excitación en la vagina.
El presente estudio se realizó para determinar si estos tratamientos podían funcionar y qué tan bien funcionaban.
¿Quién participó?
Se realizaron estudios con mujeres estadounidenses de entre 21 y 70 años a las que un profesional médico les diagnosticó un bajo deseo sexual o baja excitación acompañada de angustia.
Se clasificó a las participantes en el grupo de baja sensibilidad o en el grupo de alta inhibición mediante un cálculo de las variables genéticas, hormonales y psicológicas. En cada grupo de pacientes, las mujeres fueron aleatorizadas para recibir un placebo o un medicamento único o combinado adecuado para su categorización (T, S o T+S para el grupo de baja sensibilidad; T, B o T+B para el grupo de alta inhibición).
Los resultados se midieron pidiendo a las participantes que registraran el número de acontecimientos de satisfacción sexual (sexually satisfying event, SSE), la satisfacción sexual subjetiva de cada acontecimiento y el número de orgasmos durante el transcurso del estudio.
Resultados positivos
Para ambos grupos que tomaban tratamientos combinados (T+S y T+B), se notificó un incremento significativo en la satisfacción sexual y los orgasmos en comparación con las participantes que recibieron el placebo y con las que tomaron solo uno de los dos componentes por sí mismas (solo T o solo S, por ejemplo).
Las participantes identificadas como personas de baja sensibilidad a las señales sexuales (quienes recibieron el tratamiento T+S) indicaron tener más acontecimientos de satisfacción sexual que el grupo que recibió placebo o un único tratamiento (un aumento de al menos 1-2 acontecimientos durante el periodo del estudio se consideró clínicamente relevante).
Conclusiones
Ambos tratamientos demostraron ser eficaces para cada categoría de participantes. Estos resultados demuestran que conocer las causas biológicas del bajo deseo sexual o la excitación es importante para desarrollar tratamientos dirigidos para las mujeres.
Artículo de referencia:
Tuiten A. et al. (2008). Efficacy and safety of on-demand use of 2 treatments designed for different etiologies of female sexual interest/arousal disorder: 3 randomized clinical trials. J Sex Med. 15(2):201-216.