¿Su pareja no realiza suficientes tareas domésticas? La ciencia afirma que su libido podría verse afectada.
Muchos estudios sobre el bajo deseo sexual en las mujeres se han centrado en factores biológicos y de relación, pero se han realizado pocas investigaciones sobre el impacto de los factores sociales, como las expectativas basadas en el sexo.
Los investigadores de la Melbourne School of Psychological Sciences en Australia y la Queen’s University en Canadá quisieron abordar esta brecha. Llevaron a cabo un estudio para probar la teoría de que los factores sociales asociados a la “heteronormatividad” pueden proporcionar información sobre el bajo deseo sexual en las mujeres emparejadas con hombres.
¿Qué es la heteronormatividad?
La heteronormatividad es la suposición de que la heterosexualidad es la norma y que solo existen dos sexos, hombres y mujeres. Un resultado de esta creencia es que genera un marco en torno a cómo se espera que los hombres y las mujeres se comporten en las relaciones; por ejemplo, se espera que las mujeres realicen más trabajo doméstico.
Varios estudios de investigación realizados en los últimos 30 años han demostrado que, de hecho, las mujeres tienden a realizar una mayor parte del trabajo doméstico, emocional y mental en comparación con los hombres en las relaciones heterosexuales. Estos desequilibrios en las tareas domésticas son aún más evidentes en parejas heterosexuales con hijos.
¿Qué se analizó y quiénes participaron?
Los investigadores evaluaron si gestionar la mayoría de las tareas domésticas disminuye el deseo sexual de las mujeres hacia sus parejas. Se realizaron dos estudios, uno con 677 mujeres y otro con 396 mujeres de varios países, aunque predominaron más Reino Unido, Estados Unidos y Sudáfrica. La edad promedio de las participantes fue de unos 30 años.
Los criterios de inclusión fueron que las mujeres:
- Estuvieran en una relación con un hombre durante al menos seis meses.
- Estuvieran viviendo con su pareja.
- Tuvieran uno o más hijos menores de 12 años en casa al menos por medio tiempo (porque el cuidado de los niños es una gran parte del trabajo doméstico).
La duración promedio de las relaciones en el estudio fue de más de 10 años.
Las participantes completaron cuestionarios sobre el deseo sexual, la división del trabajo doméstico, las percepciones de injusticia en relación con la división del trabajo, las percepciones de su pareja como dependiente, así como también el historial sexual y de relaciones sexuales.
La desigualdad en los roles del hogar afecta el deseo de las mujeres
Como era de esperar, ambos estudios descubrieron que, cuando las mujeres asumían una proporción mayor de las tareas domésticas, tenían un deseo significativamente menor hacia sus parejas. Además, la percepción de que su pareja dependía de ellas también redujo su deseo sexual. Esta dependencia proviene del desequilibrio en las tareas domésticas, lo que hace que la mujer se sienta como la madre de su pareja, y que confunda esta sensación con su rol como pareja. También, se evidenció que la disminución del deseo sexual se debió a la sensación de “injusticia” en el desequilibrio de las tareas domésticas.
El deseo se ve afectado por factores internos y externos
Estos hallazgos cuestionan la idea de que el bajo deseo sexual es solo un problema en sí mismo. Además, puede ser un síntoma de la cultura heteronormativa que ejerce presión sobre las mujeres para que se encarguen de más responsabilidades en el hogar de lo que les corresponde. Esto es especialmente problemático ahora que las mujeres y los hombres son parte de la mano de obra de manera igualitaria. Los resultados del estudio cuestionan, además, la suposición de que el bajo deseo sexual en las mujeres solo se encuentra en sus cuerpos o mentes, pues se deben considerar también los factores sociales.
Artículo de referencia:
Harris EA, Gormezano AM and van Anders SM. (2022). Gender inequities in household labor predict lower sexual desire in women partnered with men. Arch Sex Behav 51(8): 3847-3870.